Sobreviviendo a la violencia en Nicaragua

“Mataron a mi hijo. Me duele mucho, me detruye”. Con voz baja, Patrona del Carmen cuenta la historia de su hijo José Casco, de 22 años. José es uno de los más de 300 asesinados en Nicaragua desde que comenzó el levantamiento popular el 18 de abril pasado.

José, todos lo llamaban El Chino, creció en El Viejo, un pequeño pueblo cerca de la frontera con Honduras. En esta casa familiar, Patrona se sienta debajo de una enorme imagen de él adornada con flores de plástico en azul y blanco, los colores de la bandera de Nicaragua y del movimiento por el que murió el 5 de junio.

El Pulso — 14 agosto 2018

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Articulo escrito en inglés, traducido por y publicado en El Pulso.

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